Primeras horas en Europa: Aterrizando en la ciudad de la luz – Blog de viaje 2
Llegó la segunda entrega de estas bitácoras de viaje recorriendo algunos países de Europa y la empezamos aterrizando en la ciudad de la luz, la hermosa París. Lamentablemente no nos vamos a quedar por muchas horas asíque, ¡quedate para saber cómo fue el día 2 de viaje y las primeras horas en Europa!
Si vos también vas a viajar a París, te dejo opciones de actividades que podés hacer en la ciudad.
- Cruzando el charco
- La cena en el avión
- Gestionando mi miedo a volar
- Dormir es lo mejor que podés hacer para disfrutar las primeras horas en Europa, pero no me resultó tan fácil
- Despertar aterrizando en la ciudad de la luz
- Control de aduana e inmigraciones al llegar a Europa
- Vamos del aeropuerto a París en transporte público
- Primeras horas en Europa
Cruzando el charco
En la última entrada les conté sobre el comienzo de este viaje, donde volamos desde Buenos Aires hasta San Pablo. Podés leerlo acá si no lo hiciste todavía. A las corridas y con miedo de perder el vuelo de conexión, pero ya habíamos llegado al segundo avión. Estamos listas para realizar el segundo tramo del viaje, partiendo desde San Pablo en Brasil con destino a París, Francia.
Volamos con LATAM en clase turista, y el vuelo no iba lleno, por lo que tuve la suerte de viajar sola en la fila del medio. La lluvia que dificultó el aterrizaje del primer tramo del vuelo continuaba. Eso hizo que la salida del segundo vuelo también se demorara. Salimos aproximadamente media hora más tarde, alrededor de las 11 de la noche y finalmente emprendimos el camino hacia nuestro destino en Francia.

La cena en el avión
Como era un vuelo nocturno, un rato después de despegar nos sirvieron la cena. Si me siguen sabrán que soy vegetariana, asíque había solicitado el día anterior un menú especial. Trajeron un cereal similar a la quinoa con vegetales grillados. Como acompañante venía un pan estilo focaccia y unas galletitas de agua con queso untable. De postre trajeron una golosina y para tomar pedí agua y un poco de vino blanco. Honestamente, no fue el menú de avión más rico del universo, pero cumplió con su función 🙂
En general en los vuelos donde sirven almuerzo o cena, siempre hay una opción vegetariana, ya que suele ser pollo o pasta. En mi caso, preferí pedir con anterioridad la opción vegetariana, ya que si al momento de servir la cena se quedaban sin la opción de pastas, hubiese tenido un problema. Les sugiero que si tienen alguna restricción de alimentos se aseguren de revisarlo antes del vuelo.
Gestionando mi miedo a volar

Yo amo viajar, tanto por mi país así como por el resto del mundo, pero si hay algo que no disfruto es volar. Es bastante gracioso que últimamente me dedique a hacer contenido de viajes, pero el miedo no tiene porqué evitar que lo haga. De cualquier forma, suelo ponerme muy nerviosa y ansiosa y a mi mente le encanta imaginar escenarios catastróficos. Por eso, a lo largo de los años implementé distintas estrategias que me ayudan a no pasarla tan mal en los vuelos, y una de ellas es tomar un poco de alcohol en vuelos largos. No digo que sea algo que le recomiende a todo el mundo, pero a mí me ha servido. Obviamemte, no hay que pasarse porque además en altura las cosas pueden afectarnos diferente que en tierra, asique ojo!
Les dejo otra nota que escribí sobre cómo los aviones son el método de transporte más seguro, con consejos para disminuir el miedo a volar. 🙂
Dormir es lo mejor que podés hacer para disfrutar las primeras horas en Europa, pero no me resultó tan fácil
El avión contaba con entretenimiento a bordo y tenía opciones bastante actuales. Después de la cena aproveché a mirar una película para ayudarme a conciliar el sueño, y elegí la película de Dowtown Abbey de 2019. El problema fue que durante casi todo el vuelo tuvimos turbulencia, que si bien no era muy intensa, era constante. Eso hizo que se me hiciera bastante difícil dormir, y cuando lo lograba, me volvía a despertar con algún que otro sacudón más intenso.
Despertar aterrizando en la ciudad de la luz
Así pasaron las horas y cuando me quise dar cuenta, ya estábamos llegando al continente europeo. Nos sirvieron un desayuno con huevos revueltos con vegetales, pan y fruta, y yo elegí acompañarlo con un café con leche y agua. A diferencia de la cena, ¡Esto estaba muy bueno!
Unos 40 minutos más tarde nos encontramos sobrevolando la ciudad de las luces, y aterrizamos en París alrededor de las 3PM. El vuelo entre San Pablo y París duró aproximadamente unas 11 horas y media.

Control de aduana e inmigraciones al llegar a Europa
Aterrizamos en el aeropuerto Charles Gaulle, el principal de la ciudad de París. Está perfectamente señalizado y después de caminar un poco y tomar un tren interno, llegamos a la zona de control de aduana e inmigración.
El control fue muy sencillo, me hicieron unas pocas preguntas sobre el motivo y duración del viaje, los países que planeaba visitar y con quién viajaba. Probablemente en nuestras caras de felicidad se notaba que estábamos de vacaciones, asíque fue super rápido y no tuvimos que mostrar comprobantes de nada.
De cualquier forma, el proceso de ingreso a un país siempre depende mucho de la persona que esté realizando el control. Les recomiendo que siempre lleven todo lo que se requiera. Pueden solicitar además de documentos, pruebas del alojamiento, transportes entre ciudades, pasaje de regreso a su país, dinero que lleven en efectivo o tarjetas, etc. En el caso de Europa, recuerden que es un requisito viajar con un seguro médico al viajero. Tienen más información sobre los seguros de viaje en esta otra nota 🙂

Vamos del aeropuerto a París en transporte público
Elegimos movernos desde el aeropuerto Charles de Gaulle con el transporte público, tomando primero el tren RER que nos llevó hacia la zona más céntrica de la capital francesa. Luego combinamos con el tranvía hasta el lugar donde nos hospedábamos, en el distrito XVII.
Te dejo también el blog donde te cuento todas las opciones para trasladarte desde el aeropuerto Charles de Gaulle a la ciudad de París, en caso que te sirva. 🙂
Primeras horas en Europa
Llegamos al lugar donde íbamos a pasar la noche, que es la casa de una amiga, por lo que nos acomodamos y disfrutamos de una tranquila cena.
El único evento desafortunado es que mientras me preparaba para bañarme, buscando las ojotas en la valija se me saltó una uña 🙁 Y es que sí, fue realmente un evento traumático (cuac) porque había ido a hacerme capping en las uñas el día anterior, para evitar tener que estar las 4 semanas de viaje preocupándome por las uñas. Lamentablemente, no fué así, ya que les adelanto que en una semana, se me habían salido todas las uñas de mi mano derecha. Una tragedia, ¿no? 🤣

Y hasta acá nos quedamos hoy, pero muy pronto se viene el relato del día 3 donde empezamos propiamente nuestro recorrido.
Te dejo el vlog de este día donde vas a vernos embarcarnos en esta aventura de viajar por Europa!
Dejame en comentarios si te gustó este post sobre mis primeras horas en Europa y preparate para las próximas entregas que se viene y mucho! Gracias por leerme, te mando un beso enorme!
Marian 💋💋
3 Responses
[…] de París para emprender rumbo a Burdeos o Bourdeaux. Como les conté en el blog anterior (link acá si no lo leyeron, ¡herejes!), nos quedamos solo una noche en la casa de una amiga, en una zona no muy céntrica de […]
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