5 cambios en tu casa para ser más ecofriendly
¡Buenas! ¿Cómo andan? Hoy volvemos al tema ambiental, y a las pequeñas acciones que podemos tomar hoy para ayudar a reducir el daño que le hacemos al medio ambiente en nuestro día a día. Hay muchas cosas, de pequeñas a grandes, que podemos hacer para tratar de reducir este impacto, y podés empezar por estos 5 cambios en tu casa para ser más ecofriendly. 🙂
¿Con qué podemos empezar?
Hace años que estoy en la búsqueda de un estilo de vida más sostenible y amigable con el medio ambiente, y hay pequeños cambios en nuestro hogar pueden marcar una gran diferencia. Cuando empecé a averiguar me abrumó un poco toda la información que encontré. Especialmente el enfoque absolutista de muchos, desde el zero waste (cero desechos) hasta el 0% de plásticos. Me resultaban muy difíciles de enfrentar, hasta que me dí cuenta de que no tiene porqué ser todo o nada. Hay muchas cosas que podemos empezar a cambiar para reducir nuestro impacto ambiental, desde lo que consumimos hasta lo que hacemos todos los días.
La idea no es pasar de la noche a la mañana a un consumo perfectamente consciente y sostenible, sin fallos. Empezar con algo hoy ya es un montón, y sumar lo que podamos en forma progresiva. Con el correr del tiempo nos vamos a dar cuenta de la diferencia que podemos hacer. Desde la reducción de residuos hasta la conservación de energía, te cuento cinco cambios simples pero efectivos que podés implementar en tu hogar este año.
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1. Acordate siempre de las tres R
Una de los principios fundamentales por donde te recomiendo que empieces con estos 5 cambios en tu casa para ser más ecofriendly es con las famosas tres R, en este orden de prioridades.
Reduce
El objetivo principal es reducir el consumo de productos que se van a desechar, sean reciclables o no. Eso lo vamos a lograr básicamente cambiando la elección de los productos que compramos, por productos que podamos utilizar más de una vez. Un ejemplo sencillo es usar botellas retornables de gaseosas o cervezas, en lugar de las las latas o botellas de plástico.
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Reutiliza
Esto nos lleva a la segunda R, reutilizar todo lo que podamos. Hay ocasiones donde vamos a terminar comprando algo de un solo uso, es inevitable, pero podemos convertirlo. Por ejemplo, cuando pedimos comida que viene en un envase de plástico, tal vez podamos reutilizar ese envase y darle unos cuantos usos más, para guardar comida que nos sobró, separar verduras en nuestra heladera, etc, etc, etc. Otro ejemplo super simple son las bolsas. Si bien usar bolsas reutilizables es lo mejor, a veces terminás recibiendo bolsas de plástico. En lugar de gastar plata comprando más bolsas para tu basura, reutilizá las que tenés para tirar tus residuos. Yo hago lo mismo con las bolsas de comida para el freezer, y reutilizo las bolsas herméticas de fajitas, por ejemplo, para freezar comida.
Recicla
Y así llegamos a la última R, reciclar todo lo que ya no podamos utilizar. Podemos darle muchos usos a esa bolsa hermética, pero eventualmente se va a romper o desgastar. Obviamente hay que dejarla ir, pero todavía puede reciclarse y continuar su vida útil.
Separar la basura es crucial para este punto. Primero, vamos a poder tomar consciencia de cuántos residuos realmente generamos en nuestra vida. Segundo, si tiramos la yerba o el café usado en la misma bolsa que tiramos las cajas de cartón o las botellas de plástico, hacemos que estos productos que podrían reciclarse sean inutilizables. No es necesario que laves todo lo que usás y que quede en perfecto estado, la obsesión tampoco. Con que enjuagues el plástico para retirar cualquier resto de comida que pueda pudrirse en los contenedores de reciclables es más que suficiente.
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Ya si querés pasar al siguiente nivel, podrías pasar a compostar tu basura no reciclable, los restos de tus alimentos y materia orgánica. Honestamente, ya es un poquito más difícil de implementar en la vida de ciudad moderna y requiere más esfuerzo y tiempo. De cualquier forma, hay opciones en el mercado que nos permiten hacerlo incluso en un balcón. Yo aún no lo he hecho, pero se está volviendo más sencillo compostar, conviertiendo los desechos orgánicos en nutrientes ricos para el suelo. Esto no solo reduce la cantidad de basura que envías a los vertederos, sino que también enriquece tu jardín o plantas de interior.
2. Reducción del Consumo de Agua
El agua es un recurso valioso pero finito, no es renovable, y conservarla es esencial para la vida. Es incontable la cantidad de veces que he visto gente a mi alrededor lavando los platos y yendo a buscar algo a otra parte de la casa, ¡dejando el agua correr innecesariamente! Si revisamos y prestamos atención a cómo usamos el agua, seguramente vamos a encontrar que la desperdiciamos muchísimo. Te dejo algunas ideas sencillas de cómo reducir su consumo en tu día a día:
- Cuando te laves los dientes, no tenés que mojar el cepillo de dientes (ni dejar la canilla funcionando mientras te los lavás), sino cepillarte solo con pasta dental. De hecho, esa es la indicación que dan los dentistas para mejorar el cepillado. Solo tenés que abrir la canilla para enjuagarte la boca.
- Tratá de reducir el tiempo que pasás en la ducha: no te voy a decir que te bañes en 2 minutos, pero tratá de ser más consciente a la hora de hacerlo. Tampoco te voy a prohibir que de vez en cuando te relajes en la bañera, si tenés la suerte de tenerla, pero que sea un gusto, no un hábito diario.
- Cuando laves los platos, probá enjuagar primero los platos/vasos. Con la canilla del agua cerrada vas a enjabonar con detergente, y solo volver a abrir el agua para enjuagarlos. Obviamente que no vas a poder hacer esto si tenés una sartén llena de grasa, pero con el lavado de los utensillos normales es muy posible que puedas hacerlo y disminuir mucho el uso de agua. Lo ideal sería que pudiéramos acceder a un lavavajillas, pero lamentablemente no está al alcance de todos los bolsillos. Contrario a lo que pensé en un momento, consumen mucha menor cantidad de agua que el lavado a mano, y ni hablar del tiempo que nos ahorra.
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Hay otras cosas que sin mucha inversión, podés tener en cuenta para modificar en tu casa:
- Instalar canillas/grifos y cabezales de ducha de bajo flujo para reducir el consumo de agua. No va a comprometer la calidad de tu vida diaria, pero sí va a reducir tu consumo.
- Además, tratá de reparar las pérdidas de agua lo antes posible, ya que incluso las pequeñas fugas pueden desperdiciar grandes cantidades de agua con el tiempo.
- Una opción adicional, aunque requiere un esfuerzo extra que no todos tenemos ganas de hacer, sería recoger el agua de lluvia, o de remojo de legumbres, por ejemplo. Puede ser utilizada para regar plantas o incluso para el lavado de ropa.
3. Adiós al Plástico de un Solo Uso
Hoy mismo podés comprometerte a disminuir el plástico de un solo uso de tu hogar. Lo ideal sería eliminarlo por completo, pero con empezar a reducirlo, y que el que consumas lo recicles, ya estás colaborando un montón. Hoy en día hay muchas alternativas reutilizables disponibles en el mercado, como botellas de agua de acero inoxidable, bolsas de tela y envases de vidrio. Si te gusta tomar tus bebidas con sorbete, podés despedirte de las pajitas de plástico, que están ya prohibidas en muchos lugares, y elegir opciones de acero inoxidable, vidrio o incluso bambú. Estos pequeños cambios pueden evitar que toneladas de plástico lleguen a nuestros océanos y vertederos.
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4. Energías Renovables al Alcance de Tu Hogar
Me debatí mucho con esta opción. Una de las formas más impactantes de reducir la huella de carbono de tu hogar es optar por fuentes de energía renovable, pero esto no está disponible en todos lados. Yo soy de Argentina y lamentablemente las empresas energéticas son monopólicas, no podemos elegir nuestro prestador, y mucho menos existen opciones que tengan al medio ambiente en consideración.
De cualquier forma, incluso cuando esto no está a nuestro alcance, podés empezar por realizar un consumo consciente de la electricidad, la refrigeración y la calefacción, por ejemplo. Muchas veces desaprovechamos las fuentes de luz natural, o mantenemos las luces encendidas, o los equipos electrónicos prendidos, mientras no están en uso realmente. La idea no es dejar de utilizar estos servicios, sino prestar atención cuando los usamos, y no dejarlos encendidos porque en un rato, tal vez, volvamos a usarlos. Ejemplos de esto pueden ser el televisor, la computadora, o consolas de videojuegos.
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Con la refrigeración y la calefacción es lo mismo. Muchas veces he entrado a lugares donde me tengo que quedar en remera en pleno invierno porque la calefacción está al máximo. No es necesario tener la estufa o el aire acondicionado super fuerte. Podemos ponernos un poquito de abrigo y bajar nuestro consumo, y no es necesario andar en campera por casa. De hecho, esas grandes diferencias de temperatura entre el exterior y el interior de nuestra casa, ni siquiera es recomendable para nuestra salud.
En países más desarrollados, la tecnología solar y eólica es más accesible que nunca, y ojalá lleguen a nuestro país pronto. Pero incluso en Argentina, podés considerar instalar paneles solares en tu techo para aprovechar la energía del sol y reducir tu dependencia de fuentes no renovables. Además, los sistemas de energía eólica caseros están ganando popularidad. Estas inversiones no solo reducirán tus facturas de energía a largo plazo, sino que también contribuirán a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
5. Eficiencia Energética en Iluminación y Electrodomésticos
Podemos aprovecha las innovaciones y el avance de la tecnología para hacer que tu hogar sea más eficiente en energía. El cambio más sencillo y económico es que cuando tengas que cambiar tus lamparitas/bombillas de luz, no compres las tradicionales. Optá por las variantes LED de bajo consumo, que duran más y utilizan mucha menos energía. No solamente es una opción más sustentable, sino que además cuida tu bolsillo.
Si tenés que comprar nuevos electrodomésticos, buscá los que tengan la certificación de eficiencia energética. Lo que hacen es usar menos electricidad para la misma función que otro de menor eficiencia. Al consumir menos electricidad, a la larga, también te ayudan a ahorrar dinero.
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Fuente: https://www.argentina.gob.ar/
Unos últimos consejos
No te olvides nunca de que pequeños cambios en el hogar pueden tener un impacto significativo en la reducción de nuestra huella en el ambiente. Antes que hacer todo perfecto, lo importante es empezar con algo, y a medida que podamos ampliar nuestro consumo consciente. No salgas corriendo a cambiar tus tuppers de plástico por unos de vidrio, pero al momento de tener que comprar uno nuevo, elegí la opción más sustentable.
Hoy en día tenemos a nuestra disposición tecnologías y opciones que hacen que vivir de manera eco-friendly sea más alcanzable que nunca. Al implementar estos simples 5 cambios en tu casa para ser más ecofriendly, estás contribuyendo a un futuro más sostenible para el planeta y las generaciones venideras. ¡Cada acción cuenta!
En este blog te cuento cambios que podés implementar para hacer tus viajes más sustentables.
Te dejo un video donde te muestro alguna de mis compras sustentables para el hogar: 🙂
Dejame en comentarios si te sirvió este post y cuál de estos 5 cambios en tu casa para ser más ecofriendly implementaste. Gracias por leerme, ¡te mando un beso enorme! 💋 Marian